Edición: Marzo 2010

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Redes sociales que abren las puertas a los viajeros

Millones de personas en el mundo ya están registradas en distintas webs que proponen ofrecer su casa a un viajero. Una idea con base en los intercambios estudiantiles se abre cancha mundialmente. La lógica es simple: uno ofrece su casa como alojamiento (couch en la jerga, sofá en inglés) y recibirá cuando lo necesite albergue de algún otro miembro de la comunidad.

En estos tiempos de paranoia la propuesta parece ser poco viable en nuestro país. ¿Quién se arriesgaría a recibir a un completo desconocido en su hogar sin siquiera verlo una vez? Al indagar a algunos miembros de estas páginas me di cuenta que hay un sistema bien armado para evitar estos altercados, hay un código común que trasciende la no presencia del otro.

Las webs
Tomamos tres casos como ejemplos que está haciendo mucho eco en nuestras pampas: Couchsurfing (www.couchsurfing.org); Hospitality Club (www.hospitalityclub.org) y Duchas calientes “Warmshowers” (www.warmshowers.org).

El modo de funcionar es similar en las tres. Se crea un perfil con tus intereses y experiencias. De allí se abre un motor de búsqueda que los ordena por países y prestaciones que puedan brindar, y luego se contactan con la web como mediadora. El perfil de los registrados abarca un fuerte núcleo de jóvenes de 18 hasta 39 años, aunque también hay más grandes. Sólo tener ganas de compartir una experiencia de alojamiento en una casa autóctona con gente del lugar. Warmshower cuenta con la especialidad de ser sólo de cicloturistas, Couchsurfing y Hospitality son de acceso irrestricto.

Lo importante a la hora de entrar a este mundo es olvidarse del costado comercial. Estas comunidades nacen con una visión del mundo donde el dinero sirve para poder realizar el viaje pero no para dormir ni pagar una guía turística. No hay que pagar la cama y tampoco cobrarla. Si uno no está de acuerdo con estos principios, para eso existen los hostels y demás alojamientos. Aún así, la idea va más allá de lo económico. Hospitality Club fundamenta esto diciendo: “El Club de Hospitalidad es un proyecto no-comercial. Nosotros lo formamos, porque nosotros verdaderamente creemos en la idea de que uniendo a la gente y fomentando las relaciones internacionales se incrementará el entendimiento inter-cultural y se fortalecerá paz”.

El perfil
Las manera en que uno se da a conocer en las redes sociales es a través de un “perfil”. Tanto en webs orientadas a búsquedas amorosas o simplemente para hacer amistades el perfil es nuestra conexión con el otro. En este caso debe detallar de manera minuciosa quién eres. Estamos hablando de confianza y responsabilidad ya que eres tú el hospedado o el que recibe a alguien. Llenar un perfil es tratar de informar de qué manera uno puede colaborar en la comunidad, recibiendo gente, pudiendo servir como un guía, si se está en planes de un viaje, etc., etc. También se puede agregar fotos, anécdotas, intereses propios, lo que se nos imagine que hable de nosotros (por ejemplo si fuma, vive con alguien, tiene mascotas, etc.) Desde la web se alienta a que esté lo más completo posible para mostrar cómo es una persona sin conocerla personalmente.
Una vez creado el perfil ya estamos en condiciones de iniciar nuestra búsqueda, si es que la tenemos, o simplemente conocer por el ciberespacio gente de otros lados del mundo. Es muy importante en estas comunidades tener buenos comentarios de tu perfil. Esto es lo que genera más confianza a la hora de elegir a alguien para contactar.

Ser parte del grupo
Con perfil registrado uno comienza su viaje por la web. Es como entrar a una fiesta con millones de invitados que pueden relacionarse desde cualquier punto de vista, no sólo con los viajes. Puede ser música, deportes, intereses comunes. Las páginas tienen como sus propios foros donde se plantean tópicos y uno puede interceder e intercambiar opiniones, información o lo que crea interesante. Couch Surfing además cuenta con un chat online que agiliza mucho mas la charla.

Más allá de todo esto, que parece ser bastante común en las webs de grupos de afinidad, aquí aparece un concepto que se remarca mucho, que es “voluntario”. La visión de estos grupos, como habíamos mencionado, escapa al costado comercial del turismo. Por lo tanto no hay abonos, ni mensualidades que pagar para poder pertenecer a ellas. Es por ello que el voluntariado es el motor para que pueda seguir funcionando. El mantenimiento web, actualizar la página, corroborar los nuevos registros y demás tareas son ocupados por los voluntarios que “se ponen la camiseta” y trabajan ad-honorem. Otro mecanismo para juntar fondos es la donación.

Estos grupos traspasan la internet no solo cuando cada viajero se queda en la casa de otro. También organizan encuentros que refuerzan el sentimiento de pertenencia. Cristian Revestido, socio referente del Club del Acampante y asiduo visitante de estas comunidades, nos comenta sobre los encuentros: “decidí participar de un campamento que se organizó en el Delta del Tigre, más precisamente en el Camping Municipal IMOS. A partir de ese encuentro que reunió alrededor de 200 miembros, conocí gente muy agradable que además me aportaron buenas referencias personales a mi perfil, lo cual es muy favorable e indispensable para que esta red de confianza mutua funcione. Luego, a través de Couchsurfing, me reuní con otros miembros en otro encuentro que se organizó en la ciudad de Mendoza con la excusa de la Fiesta de la Vendimia. Allí conocí otro cicloviajero que había llegado pedaleando desde California. Fue a través de él que conocí Warmshowers”. Los eventos son abiertos, es decir que uno puede participar sin estar registrado aunque la mayoría se entera por la web.

Los testimonios
Se lee mucho en estas webs y se escucha decir a los integrantes la idea de “mente abierta”. Como sabiendo que esta práctica no es lo más común, este concepto se corporiza en la “buena onda” que cada uno encontró a la hora de ir o recibir algún perfil. Darío Baldiviezo, otro integrante de estas redes, vive en Salta y ya ha recibido a varias personas provenientes de Couch Surfing. Nos comenta que lo hizo más que nada por curiosidad y que la confianza con el hospedado es casi inmediata, ya que la web cumple muy bien su rol a la hora de intermediar y mostrarte. “Las cosas que uno aprende son infinitas: filosofía, cocina, idiomas, todo relacionado a viajes, política, fotografía... y la lista sigue. Conocer culturas y formas de pensar diferentes a la nuestra nos ayudan indudablemente a madurar/seguir madurando.”

Afirma que “es una de las mejores formas de conocer realmente el lugar que visitas. Cuando viajas por los medios comunes de turismo lo que conoces es una ilusión. No importa donde vayas en el mundo, la mayoría de los hostales/hoteles y tours son lo mismo. Cuando alguien de la web te hospeda en su casa o te lleva a dar una vuelta por su ciudad/pueblo aprendes y conoces cosas que nunca hubieras aprendido en un hostal o en un tour turístico. Conoces las costumbres reales de cada día, los bares que los lugareños visitan y con los precios que los lugareños pagan”. Con respecto a la convivencia agrega “si de primeras tenés la mente abierta a que generalmente la gente que conoces viene de otras culturas, excelente. Inclusive que no te sorprenda que tu huésped se tome la libertad de salir de compras y preparar para vos y tus amigos una cena étnica (lo cual no es para nada raro)”. Cristian, por su parte, agrega que “las experiencias suelen ser buenas o muy buenas. Tanto los miembros que hospedan como aquéllos que reciben alojamiento son personas de mente abierta que buscan interrelacionarse y abrirse a conocer otras personas.”

Seguridad
Una de las preocupaciones de los nuevos usuarios es la seguridad. De ella se ocupan los administradores, que tienen estrategias para filtrar a los usuarios que no condicen con el perfil de estos eprendimientos. A nivel “onda” Darío nos dice “El primer mecanismo de seguridad es el concepto de estas webs en sí. Si tenés la cabeza lo suficientemente abierta para entrar a una comunidad entonces de seguro sos uno/a más te toda la gente copadísima que podés encontrar en el sitio. Ahora, si tu intención es aprovecharte de la generosidad de otros, pues no durás mucho en la página. El sistema de perfil, referencias de otras personas (positivas, negativas o neutras), fotos, etc... Hace muy difícil la permanencia de gente que no comparte los "valores" que se promueven en Couch Surfing. Puedo decir con tranquilidad que la página cumple excelentemente su objetivo.”

Este no es el único recaudo que se toma. Por ejemplo, en el Club de la Hospitalidad se aconseja tomar el número de pasaporte (o DNI) y verlo antes de ingresar a la vivienda buscando que coincida. Además uno puede contactar a los administradores para que oficien de testigos de que tú irás a la casa de determinado usuario. Otro modo es la validación de domicilio. Esto se logra haciendo coincidir la dirección de IP desde la que se ingresa. En este sentido el nivel más alto de seguridad es validar la identidad con una pequeña donación con tarjeta de crédito a nombre del mismo usuario, pero no es obligatorio ni indispensable.

Por otro lado los administradores insisten en que entres a tu espacio a renovar datos y están muy atentos a los perfiles ingresantes. La corroboración de un registro lleva aproximadamente cinco minutos tratando de validar datos.?
Desde el lomo de un caballo hasta un jet supersónico, la forma de viajar ha cambiado tanto como la humanidad misma. Sin embargo, algunos motivos para hacerlo permanecen iguales. Pertenecer a estas cofradías es una forma de mirar el mundo donde la hospitalidad, la confianza y la solidaridad son los principales valores del ser humano.

Fuentes
www.warmshower.org
www.couchsurfing.org
www.hospitalityclub.org

Fotos:

Imagen 1: www.objetivolima.wordpress.com
Imagen 2 y 3: Darío Baldiviezo

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