Nueva denominación de la Revista del Acampante
  • Facebook
  • Twitter
  • RSS
  • Enviar por e-mail

Sin Rumbo y a Pedal – viviendo el día a día

Airelibredigital.com » Turismo joven
Autor: Ma. Leticia Villalba, Julio 2016

Somos Leticia (27) y Nicolás (32), una pareja argentina que en enero de 2015 comenzamos a vivir viajando en bicicleta con la idea de recorrer nuestra linda América Latina. Llevamos más de 5.000 km pedaleados. Hemos visitado parte de Argentina, Chile y Uruguay y aún nos queda mucho por conocer. En esta nota te contamos los detalles más íntimos de nuestra aventura a pedal. 

 

Lechu y Nico.

 

Dos sueños –bien parecidos- se unieron para hacerse realidad…

Siempre me gustó viajar, volvía de mis vacaciones y ya estaba planificando el próximo destino. Terminé el colegio, estudié una carrera universitaria y cuando la vida parecía organizarse para conseguir un trabajo estable e instalarme en algún lugar para siempre, había algo de todo eso que no me convencía. Deseaba viajar y sabía que sólo dependería de mí.  

Pensé que la mejor opción, la más económica, era hacerlo de mochilera –con valija, porque la única vez que había viajado con mochila tuve que comprarme un carrito ya que no aguanté el peso en mi espalda-. Quería hacerlo sin límite de tiempo, ir trabajando en el camino –aún no sabía bien en qué-.

Unos meses antes de mi tan esperado viaje lo conocí a Nico. Parece que la vida nos cruzó en el momento justo. Él también soñaba con viajar sin límite de tiempo, pero aún había varias circunstancias que lo ataban a la comodidad de la vida de ciudad y a su trabajo estable. Quería hacerlo en bicicleta. Cuando sintió que la relación iba en serio no dudó en decírmelo –mi respuesta creo que sería determinante-.

-“Mirá que yo en algún momento me quiero ir a viajar en bicicleta sin límite de tiempo”.

_”Buenísimo, yo te acompaño!!!” –le contesté-.

No tenía bicicleta, nunca se me había cruzado por la cabeza que era posible viajar en bici –durante mucho tiempo y por varios países-. De esa conversación –tan en serio y tan irreal- su sueño de viajar en bicicleta y mi sueño de viajar sin límite de tiempo comenzaron a cobrar vida.

Mi viaje de mochilera con valija se llevó a cabo pero sólo por dos meses porque tanto a mi compañera de viaje como a mí nos esperaba el amor en Argentina. Además, había un sueño rodando que ya comenzaba a tomar color.  

Nuestras bicis cargadas, así viajamos.

 

Nos lanzamos hacia una nueva aventura…

Dos años y medio después de aquella charla en el banco de una plaza ya habíamos acomodado todo para arrancar, no había más excusas. Equipamos nuestras alforjas con lo mínimo necesario: indumentaria para frío y calor, equipo de camping, elementos de higiene y cuidado personal, botiquín de primeros auxilios, utensilios de cocina, libros, cuadernos, cámara fotográfica, netbook, etc. El 26 de enero de 2015 nos lanzamos en esta nueva aventura.

Los dos teníamos muy en claro nuestro deseo pero realmente no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar. Dejar atrás una vida segura y acomodada que ya conocíamos –y que no nos llenaba plenamente- y comenzar a vivir una nueva forma de vida fue nuestro objetivo principal. Queríamos deshacernos del calendario cargado de días rutinarios donde el trabajo era la principal actividad, para comenzar a elegir qué hacer día a día. Teníamos mucho por conocer, aprender y vivir.

Hoy llevamos un poquito más de un año desde que nos animamos a salir y, por el momento, creemos que es la mejor experiencia que hemos tenido. El desafío más difícil que afrontamos –aún hoy- es librarnos de nuestros prejuicios y de nuestra estructura mental de que la vida hay una sola forma de vivirla: en una casa, con una familia, un trabajo estable, una jubilación asegurada e inmersos en el consumismo.

 

Dos aprendices en el camino

De a poquito fuimos aprehendiendo que viajar puede ser un estilo de vida y no es necesario hacerlo sólo como vacaciones -15 días al año-. Para ello es indispensable estar dispuesto a salirse de la zona de confort, vivir sin lujos y saber que el día a día no será más rutinario. Hoy llevamos una vida mucho más relajada, disfrutando de las pequeñas cosas, viviendo el momento y cuidando nuestro cuerpo –físico y mental-. 

En estos 13 meses de vivir viajando nos hemos deslumbrado con hermosos paisajes; aprendimos a conocer nuestro cuerpo y rendimiento; mejoramos nuestra alimentación; vivimos días muy diferentes unos de otros; experimentamos la no rutina y el elegir qué hacer y qué no; aprendimos a conocernos a nosotros mismos; crecimos en múltiples aspectos; disfrutamos los caminos a pedal; trabajamos para costear los gastos; dormimos en lugares muy diversos…

Pero lo que más nos sigue sorprendiendo es la amabilidad y entrega con la que nos reciben personas que no conocemos y que dan todo de sí para que nuestra nueva vida sea aún más linda. Son esas personas con las que el camino nos cruzó –y seguramente lo seguirá haciendo- las que hacen que todo esto tenga sentido, las que afirman que aún es posible vivir relaciones plenas y confiar en el ser humano.

Paisajes que nos regala el camino.

 

Dificultades a pedal…

Lo más difícil que tuvimos que aprender fue controlar nuestros miedos –y los ajenos apropiados- que se hicieron presentes rápidamente por medio de pensamientos negativos como “no voy a poder” “no estoy entrenada” “el cuerpo no me da” “¿y si nos pasa algo?” “esa subida es imposible, no la puedo hacer” “no voy a llegar”…

De a poquito nos fuimos dando cuenta que más que entrenamiento físico necesitábamos entrenamiento mental para convencernos a nosotros mismos de que sí podíamos y así hacer más fácil el camino. Cuando aprendimos a controlar nuestros pensamientos realmente todo se calmó y comenzamos a sentir el instante. Nos dimos cuenta que lo importante no son los kilómetros pedaleados sino el disfrutar del camino y todo lo que él nos regala.

Viajar en bicicleta implica ir lento y hacerlo sin límite de tiempo te permite vivir plenamente esa lentitud. No jugamos ninguna carrera, no nos importa si pedaleamos 30, 70 o 120 km por día. Nos quedamos en cada lugar lo que deseamos quedarnos. Si algún camino no queremos hacerlo en bicicleta –por la razón que fuera-, hacemos dedo o nos tomamos un micro. Intentamos sentir y vivir cada instante desde ese sentimiento, luchando constantemente para que nuestra cabecita pensante no interfiera demasiado.    

Cómo costeamos nuestro sueño…

Para vivir viajando no es necesario ser millonario ni pasar necesidades. Si uno desea hacerlo sólo tiene que buscar la manera de costear su viaje de la forma que sea más fácil y placentera. Además, con el tiempo uno se da cuenta que vivir viajando es mucho más económico que vivir en una ciudad fija. Los grandes gastos de un viajero son en comida, alojamiento y transporte.

Para costear nuestro sueño vendemos postales por el camino: son fotografías tomadas por nosotros y editadas en forma de postal con frases de diferentes autores. Al principio no creímos que sólo con la venta de postales podríamos mantener el viaje. Luego nos dimos cuenta que nuestro gasto diario es bastante bajo y con la venta nos alcanza perfectamente para vivir muy bien. 

Una de nuestras postales.

 

Un empujoncito para que te animes…

Si querés hacer un viaje en bicicleta y no te animás el mejor consejo que podemos darte es decirte, desde nuestra experiencia, que sí se puede.

Si el viaje es sólo de vacaciones -con límite de tiempo- lo mejor es tener un buen entrenamiento y fijar un recorrido corto para poder disfrutar más el camino.

Si el viaje es sin límite de tiempo no es necesario tener un súper entrenamiento físico; pero sí sería conveniente entrenar un poquito la cabeza. No es lo mismo viajar de vacaciones que vivir viajando, de a poco irás sintiendo esta experiencia. Lo importante es que aprendas a disfrutar el día a día. Seguramente tendrás miles de miedos, de a poco irás dejándolos atrás. Relajate y aprendé a confiar en el camino –y en tu intuición-.

 Si querés cumplir un sueño –sea el que fuera- y no te animás lo único que tenemos para decirte es que la vida es una sola, es preferible intentarlo –y equivocarse- y no dejarlo pasar pensando qué hubiese ocurrido si lo hubieses intentado. Al fin y al cabo la vida de trata de eso ¿no? De vivirla.

 

vivimos la vida a pedal.

 

Hasta la próxima…

El viajar en bicicleta no nos convierte en ningunos súper héroes ni en ningunos locos. Simplemente creemos que es una linda forma de vivir nuestro presente. Disfrutar que cada día sentimos una experiencia única e irrepetible. Nuestros días ya no se miden por un calendario sino por momentos vividos. No nos acordamos qué día pasó tal cosa sino qué vivimos. Logramos encontrar una plena satisfacción en las pequeñas cosas, en simples momentos.

Si te interesa conocer un poquito más sobre nuestra aventura a pedal te invitamos a que visites nuestro sitio web: www.sinrumboyapedal.com o a seguirnos en facebook: https://www.facebook.com/sinrumboyapedal/

Notas de Turismo joven en ediciones anteriores

El espacio de los lectores

Dejá tu comentario sobre está nota:
Traducir esta nota a:
Notas de Turismo joven en ediciones anteriores

© 2010 Revista Airelibredigital.com » Revista de camping