Edición: Septiembre 2009

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El mercado del usado

Tener un rodante es generalmente para muchos un sueño a mediano o largo plazo. Esto se debe, principalmente, al costo y a una planificación sobre dónde ubicarlo, cómo cuidarlo, entre otras cosas. Una opción a la hora de tener un rodante propio es acudir a los fabricantes. Ellos realizan tu “casa” a medida, con lo que uno desee para su mayor confort. Sin embargo, hay un mercado creciente de usados en muy buen estado que está listo para aprovecharse siempre y cuando se sepa buscar. Quién vende, qué se vende y cómo, son preguntas que trataremos de resolver para acercarnos más a este segmento.

¿Quién vende?

El mercado del usado se ha expandido de manera creciente durante muchos años. Las primeras camadas de fabricantes, más que nada de fines del 70 y principios del 80, han dejado sus producciones diseminadas por todo el territorio. La fortaleza de estos “viejos” rodantes reside en su material: casas rodantes hechas de aluminio que resisten todo son revividas por restauradores y dejadas a “punto caramelo” para salir a rutear.
Los vendedores, como así el mercado en general, se han diversificado. Uno puede encontrar muchos puntos de ventas -particulares mayormente- que ofrecen casas rodantes, trailers, campers y hasta motorhomes. Al investigar a los que venden usados, es curioso encontrar en Buenos aires a un solo concesionario especializado en el tema: Camping del Oeste.

La historia de este emprendimiento comercial data de mediados de los setenta cuando Leandro Ordoñez -su presidente, que provenía del mundo inmobiliario- se asocia con un amigo y comienzan a fabricar casas rodantes. “Nunca me había acercado a un rodante” nos afirmó Ordoñez, quien vive de esto desde entonces y además lo adoptó como forma de vacacionar. Por otro lado el negocio trajo cambios en toda la estructura familiar: Valeria, su hija, no para de salir a la ruta con su (por ahora) pequeño rodante. Tiene 25 años y cautiva por sus conocimientos sobre estos rodados.

Al analizar los valores de la plaza de reventa, queda claro que el concesionario vive de esto y muchas veces los precios se inflan un poco. Pero hay cosas que sólo un concesionario te puede dar, como una garantía escrita o asesoramiento, así como un lugar visible para reclamarle a una entidad comercial que a su vez, tiene capacidad para responder tu queja o desaventura de inmediato. De todas formas, hay algunos pocos -como Camping del Oeste- que hace muchos años que están en el mercado. Por algo será.

Otras formas de encontrar usados son los particulares y la web. No difiere mucho de cualquier otra compra o venta de vehículos, aunque obviamente la oferta es mucho menor. Lo que sí es posible obtener en este tipo de transacciones –a diferencia de la compra común- es una muy detallada información sobre el vehículo. El rodantero es un bicho particular que ama a su rodante, conoce todo de él, y hasta lo comparte en algunas comunidades donde se cruzan datos, ventas, compras, reformas y muchas cosas. Dos buenos ejemplos de ello son la comunidad del foro Rodanteando (www.rodanteando.com.ar), del Boyita Club (http://ar.groups.yahoo.com/group/boyitaclub/) y del foro de www.acampante.com En estos espacios no solo las aventuras o experiencias vividas se narran, sino que hay mucha información útil para la hora de comprar un rodante en forma tanto de clasificado como de “asesoramiento calificado”.

¿Quiénes compran?

La demanda del rodante usado es fluctuante y heterogénea. Desde ya que este tipo de inversiones son llevadas a cabo por la clase media que tiene un resto económico para darse este pequeño gran lujo. Como habíamos mencionado antes, el usado es lo ideal para que el novato entre al mundo del rodantismo, por el simple hecho de ir avanzando de a poco en esto y no apostarlo todo sin conocer esta manera de hacer turismo.

Según informan varios constructores y vendedores, el país luego de la crisis de 2001 se volvió impredecible en muchos aspectos. Muchos de quienes viajaban al exterior por el tipo de cambio bajo, se volcaron al turismo interno con una relación dólar/peso más alta. En ese grupo se ubica este sector, con ciclos de buen rendimiento en algunos momentos, y en otros no tanto. Por otro lado, las edades son muy variables: los casos se encuentran en el rango entre los 25 y los 75 años.

Valeria, de Camping del Oeste, nos dice que muchos jóvenes cometen errores a la hora de comprar un rodante por primera vez. La exaltación y emoción de esta compra a veces los lleva a elegir por tamaño, siguiendo la lógica del “mientras más grande, mejor”. El error radica en que al ser más grande nos impide la movilidad de una manera cómoda. “Los jóvenes solemos ir de un lado a otro cuando ruteamos y eso es más complejo cuando se arrastra una casa rodante de 7 metros para dos personas por ejemplo”. El consejo que nos da esta experimentada joven es que empecemos con un trailer carpa o una pequeña rodante usada de 3 metros y no más de 500 kilos, cuyos precios varían entre 3 mil y 12 mil pesos. En el caso de los adultos o adultos mayores, la elección de un vehículo grande responde a que naturalmente las personas de más edad prefieren cierta comodidad, y casi siempre la experiencia previa con rodantes los hace elegir un tamaño mayor y con mas accesorios, capaz de brindar una salida más confortable.

¿Cómo se compra?

La compra de usados tiene su pros y sus contras. Los puntos a favor tienen que ver con el precio más bajo y con los diseños que ya no se hacen, por ejemplo. Leandro Ordoñez, presidente de Camping del Oeste, nos señala que es muy difícil conseguir rodantes con chasis de aluminio en los nuevos diseños, por el costo actual de ese material. También hay modelos desaparecidos, como la Boyita, que sólo se pueden adquirir usados. A todo esto las contras son los estados de los vehículos, saber qué ver cuando se los analiza, qué es lo salvable, qué debe repararse y -en definitiva- cuál es su verdadero costo real, ya que a veces la oferta es tan escasa que no hay precios de referencia.

David Korb, experimentado y reconocido rodantero que ya pasó por varios modelos y es frecuente colaborador de esta Revista, nos da unos consejos para conocer el estado del rodante antes de comprarlo. “Como primer punto, hay que saber si fue transformado de O km o posteriormente. Eso nos brinda una buena noción de cómo puede estar el vehículo. Si se lo transformó, es muy complicado saber el estado real aunque se consulte al mecánico. Muchas veces nos encontramos uno impecable, que parece 0 km, pero que fue un colectivo de pasajeros muy bien transformado, con miles y miles de kilómetros recorridos”.

Otros elementos a analizar son el uso y el guardado. Según este entendido, “hay dos maneras de restarle ‘vida útil’ a los rodantes. La primera es el kilometraje que llevan a cuestas porque eso está relacionado con el desgaste. Pero también, dónde fue guardado. Generalmente los rodantes se utilizan sólo una o dos veces al año, y conocer dónde pasó el resto del tiempo es un buen índice para saber cuál es su estado real. Por ejemplo, no va a ser lo mismo si fue guardado en un camping de la costa atlántica, donde la sal del aire carcome la chapa y puede generar filtraciones que arruinan su interior, oxidarlo por debajo, estropear los componentes mecánicos, entre otros males; que si fue conservado en una cochera o garaje cubierto”. Por último, David aconseja prestar mucha atención a la pintura, ya que muchas veces se emplea el recurso del pintado para la venta y se oculta con esto el uso del vehículo o algún siniestro que haya sufrido.

Precios y categorías

Los precios consultados en Camping del Oeste nos arrojan los siguientes datos: Los trailer carpa van de 3 mil hasta 12 mil pesos, dependiendo de su mecanismo de armado (manual, semiautomático, automático). A ellos siguen las casas rodantes, según su estado y tamaño. Las que tienen detalles y las más chicas van de 5 mil hasta 8 mil pesos, mientras que las casas rodantes de turismo clásicas (de 3 a 4 metros de largo, con accesorios como heladera, ante carpa, cocina y baño) oscilan entre 8 mil y 12 mil pesos. Las de doble eje (de 4.50 a 7mts) con todo el equipamiento, pueden ubicarse entre los 20 mil y los 35 mil pesos.

En el caso de los motorhomes usados, el rango de precios es casi indescriptible, pues existen desde las tradicionales combis Volkswagen, hasta grandes colectivos de tres ejes. En este tipo de vehículos, el valor no depende tanto del modelo o la marca sino del estado general y del equipamiento con que fue armado. Un colectivo Mercedes Benz de la década de 1960 puede comprarse en 25 mil pesos, mientras que uno de los ’70 puede variar entre 80 mil y 180 mil pesos, por contar con muchos accesorios más. Uno sobre una camioneta Dodge 350 modelo 1980 asciende a 55 mil pesos, mientras que otro de similar marca y modelo pero equipado a full e importado de Estados Unidos, cuesta 120 mil. Una Ducato modelo 1999 puede llegar a los 200 mil pesos, un valor similar para un Mercedes Benz 608 carrozado por Royal Home que ofrece Camping del Oeste. Hay de todo.

Según muchos consultados, y la experiencia que otros han contado en foros, encuentros y conversaciones personales, los que eligen esta forma de hacer turismo siguen casi siempre la misma sucesión de vehículos: se empieza con un trailer carpa, para pasar luego a la casa rodante, y después al motorhome. Aunque muchos con el tiempo, la edad y la partida de los hijos del hogar, vuelven a la casilla por cuestiones de costo y movilidad.
Aunque elegir un rodante usado parezca difícil a primera vista, a no desesperarse. El consejo de quienes se dedican a esto, la experiencia siempre dispuesta a compartirse de otros rodanteros, y la web –que eliminó las fronteras- sirven mucho a la hora de dar el gran salto. Todo es cuestión de tener paciencia y saber cómo empezar.

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