Revista de turismo, aventura y naturaleza
¿Turismo sustentable con quiénes y para quiénes?
Según a quién se preste atención en los medios, para muchos la crisis parece haber pasado. Lentamente, noticieros, analistas y profetas variopintos informan cómo los números vuelven a estar para arriba luego de oscuros pronósticos. Sustentan estas opiniones, entre otros factores, en los datos que proporcionan del turismo en la temporada estival, diciendo que cerró con cifras record, y que lo mismo ocurrió con las pasadas mini vacaciones de Semana Santa.
Los meses que pasaron volvieron a ver a miles de familias cargar la carpa en el auto y salir a descansar y a disfrutar de la Naturaleza. Aunque de acuerdo a nuestra información, la temporada para ellos no fue tan exitosa, sobre todo en los segmentos de la clase media - media baja de la estructura social.
Sea como fuere, se reitera un viejo problema que venimos denunciando: el campignturismo parece seguir siendo una rama de la actividad que poco importa a los sectores oficiales involucrados desde los más altos niveles. En las estadísticas oficiales de la Secretaría de Turismo de la Nación sólo se muestran datos como llegadas al aeropuerto internacional de Ezeiza o de ocupación hotelera y “parahotelera”, un término donde se engloba a hoteles sindicales, albergues, cabañas, bungalows, hospedajes, bed & breakfast, hosterías y residenciales. Ni un solo renglón sobre campings.
La misma Secretaría publica en su sitio el Plan Estratégico de Turismo Sustentable 2016, que reconoce a esta actividad como “como un proceso progresivo y gradual en el que se integran objetivos de equidad social, eficiencia económica y sustentabilidad ambiental”. Busca, entre otros fines, “reunir las mejores ideas y voluntades de todas las provincias del país, recuperando y potenciando lo que ya se realiza en cada una ellas”, y declara que “la participación es el medio para ese fin de integración de todas las miradas; lo que implica pasar de ser actores a autores de un proceso de cambio, readquiriendo el conocimiento derivado del hacer”. Palabras que significan algo así como un saludo a la bandera, salvo que se proceda en consecuencia.
Nos preguntamos entonces: ¿Se puede planificar desde los más altos niveles de gestión sin reconocer lo que ocurre en casi mil quinientos establecimientos -en muchos casos pymes o microempresas familiares- repartidos por toda la geografía del país? ¿Se puede hablar de “reunir a las mejores ideas y voluntades” sin convocar a quienes tienen el trato más directo con el turista de todo el sector, a quienes muchas veces terminan tratando como amigos más que como clientes? ¿Se puede planificar la sustentabilidad ambiental sin saber qué ocurre, qué necesitan y cuál es el manejo de los cientos de establecimientos que más directamente involucran al turista con la naturaleza, como son los campings?
Promover el turismo como actividad económica generadora de riqueza y empleo, con beneficios sociales, y con el objetivo puesto en el desarrollo sustentable es una iniciativa elogiable. Pero hacerlo desconociendo lo que ocurre en una gran porción del sector es una verdad a medias, y una verdad a medias también puede verse como media mentira: no se puede hablar de sustentabilidad e inclusión y, en el caso del campingturismo, seguir mirando para otro lado.
Marcelo Tedesco
Secretario de Redacción
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Felicto la idea de hacer que exista esta revista, como un modo de convocar a los que amamos la naturaleza, y esta otra manera de hacer turismo. Es muy probable que a la hora de hacer cosas, los campings no sean prioridad para los gobiernos (este gobierno y los anteriores menos todavía). Pero creo que en parte es porque no se registra demasiado a los campings y a los campamenteros. También es por esa razón que la mayoría de los campings de nuestro país dejan mucho que desear, y a veces esta frase es muy generosa y debería decirse que muchos campings no deberían estar habilitados. Pero creo que esto de hacer la "Revista del acampante" nos va a ayudar a hacernos visibles, a unir voluntades y a mostrar qué cosas sería importante que los gobiernos Provinciales y Nacional vean, y promuevan. Hay otras temas que quiero comentar, buscaré cual es la zona de la revista que sea adecuada. Un abrazo, a seguir el camino que emprendieron, y fuerza porque es un camino largo.
Comentario bajo el anterior sistema de Rubén Fernández
Con el campamentismo pasa lo mismo que con las construcciones sociales que nos quieren vender los medios de comunicación masivos, es decir el poder económico global y sus sirvientes regionales. Lo ningunean, lo ignoran, pero la realidad indica todo lo contrario. Recorriendo Chiloé en el verano 2009 pude ver a cientos de europeos de todas las edades. Con sus enormes mochilas y equipos ultrasofisticados, los satisfechos habitantes del primer mundo compartían los campings junto a los sudacas locales. Es una tendencia mundial, no lo pueden parar; falta que los campings se unan y asocien para regular mejor el servicio. El poder público y mediático nos ignora; quizá sea mejor.
Comentario bajo el anterior sistema de Pablo
Estimado Rubén: gracias por tu comentario. Próximamente habilitarems en la revista (quizás en para invierno o primavera) una sección para que los lectores escriban sus artículos, notas, opiniones, etc. Igualmente, somos una publicación abierta a colaboraciones de lectores. Si te interesa publicar algo que se inscriba en las secciones que tenemos, bienvenido sea. Podés contactarte conmigo a revista@acampante.com Marcelo Tedesco Secretario de Redacción
Comentario bajo el anterior sistema de Marcelo Tedesco
"Y los parques nacionales parecieran extranjeros porque ahí somos forasteros los nativos y locales". Muy claras las palabras de Berbel. Es lo que siento en cualquier lugar donde voy (yo, que no tengo euros, pero un autito modesto, carpita, mate y buena compañía con ganas de disfrutar mi país). Hoy todo lo que se refiere a turismo, es ajeno a nosotros. Ya sea el que hace campamentismo por obligación o por opción. ¿Cómo el argentino va a querer a un país que no conoce? ¿Y cómo lo va a conocer si cada vez cuesta más recorrerlo? Y es triste ver que lugares nuestros (o mejor dicho, de nadie) de a poco se van vedando para la gente "común" (fijate Calafate en Santa Cruz o Las Leñas en Mendoza por ejemplo). Por suerte el país es inmenso y fantástico, y los rinconcitos a donde nos van empujando siguen siendo hermosos! Porque si vamos a esperar políticas serias o propuestas de protección...
Comentario bajo el anterior sistema de Ale